Los antiguos astrónomos chinos asignaron a cada uno de los cinco planetas principales uno de los cinco elementos chinos: A Venus el metal (oro), a Júpiter la madera, a Mercurio el agua, a Marte el fuego y a Saturno la tierra. Según la astrología china la posición de estos planetas, junto con la posición del sol, la luna y cualquier cometa en el cielo además de la fecha de nacimiento y el signo del zodiaco puede determinar el destino de una persona.
Un complejo sistema para calcular el destino basado en la hora de cumpleaños y la fecha de nacimiento todavía se utiliza regularmente en la astrología china para adivinar la fortuna. Las veintiocho constelaciones son totalmente diferentes de las ochenta y ocho constelaciones occidentales.
Existe un ciclo binario Yin Yang, que junto al ciclo de los 5 elementos forma un ciclo de 10. Los años pares son yang, y los impares son yin. Cuando se divide el ciclo del zodiaco de los 12 animales en dos, cada zodiaco puede ocurrir solamente en yin o yang: el dragón es siempre yang, la serpiente es siempre yin, etc. Esta combinación crea un ciclo de 60 años, comenzando desde Madera Rata y terminando con Agua Cerdo.
El Yin o Yang está dividido en cinco elementos (Agua, Madera, Fuego, Metal (Oro o Hierro), Tierra) al tope del ciclo de animales. Éstos son modificadores y afectan las características de cada uno de los 12 signos. Cada elemento contiene características que aplican tanto a los años como a los animales. Cada uno de los 12 animales está gobernado por un elemento más una dirección de Yin Yang dividida en 4 grupos.
El Yin y el Yang simbolizan -para la cultura oriental- el principio de la dualidad, presente en todos los elementos de la naturaleza. La armonía surge del equilibrio de estas dos fuerzas que se oponen y se complementan. Un elemento puede tener mayor cantidad de fuerza yin o yang, pero se equilibra con otro que le da lo que compensa esa carencia.
YIN: Femenino, Día, Oscuro, Pasivo, Quietud, Paz, Madre.
YANG: Masculino, Noche, Claro, Activo, Movimiento, Guerra, Padre.
Cómo calcular el elemento de los animales según el Horóscopo Chino.
Los nacidos en años terminados en 0 ó 1: serán de Metal
0: Metal yang - 1: Metal yin
Los nacidos en años terminados en 2 ó 3: serán de Agua
2: Agua Yang - 3: Agua Yin
Los nacidos en años terminados en 4 ó 5: serán de Madera
4: Madera Yang - 5: Madera yin
Los nacidos en años terminados en 6 ó 7: serán de Fuego
6: Fuego yang - 7: Fuego yin
Los nacidos en años terminados en 8 ó 9: serán de Tierra
8: Tierra yang - 9: Tierra yin
Historia del origen
Según la leyenda, Buda próximo a la iluminación, en los últimos días de su vida, fue a meditar a una selva para estar en contacto con la naturaleza; él llamó a doce animales que, según su orden de llegada, fueron: la rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo. A cada uno le dio un año, que equivaldría a 12 años, a diferencia del zodiaco occidental que es de doce meses. El zodíaco dentro la cultura occidental es orientado por el sol, en cambio esta fue orientada por la rotación de la luna. Existen más de cinco historias que explican el origen de los animales.
- Rata (Ratón)
- Búfalo (Buey)
- Tigre
- Conejo (Liebre)
- Dragón
- Serpiente
- Caballo
- Cabra (Oveja)
- Mono
- Gallo
- Perro
- Cerdo (Jabalí)
Otra leyenda popular cuenta que el Emperador de Jade organizó una carrera de animales para decidir cuales entrarían en el zodiaco.
Se dice que alguna vez la rata y el gato fueron muy buenos amigos. A pesar de todo, estos dos animales eran los peores nadadores del reino animal. Aunque malos nadadores, ambos eran muy inteligentes. Decidieron que la mejor forma y la más rápida de cruzar a través del río era en la espalda de un buey. El buey, siendo un animal bueno, estuvo de acuerdo en cargarlos a través del río. Sin embargo, por haber un premio de por medio, la rata decidió, que para ganar debía hacer algo, y entonces lanzó al gato al agua. Es por eso que el gato se convirtió en el enemigo natural de la rata y del agua. Tras esto, la rata llegó a la orilla y reclamó el primer lugar en la carrera.
Seguido de cerca por el fuerte buey, que fue nombrado el 2º animal del zodiaco. Después del buey vino el tigre, quien explicó jadeando cómo luchó contra las corrientes. Pero su gran fuerza le hizo llegar a la orilla y convertirse en el 3º animal.
El 4º puesto del zodiaco fue para el conejo quien, gracias a su habilidad de saltar, pudo brincar de una orilla a otra. Explicó al Emperador que estuvo a punto de caer al río si no hubiera sido por un tronco que flotaba en el agua. El 5º puesto fue para el dragón, quien pudo llegar volando. Este explicó al emperador que no pudo llegar primero dado que se detuvo a crear lluvia para ayudar a la gente y las criaturas de la tierra. Además, en la línea final encontró un conejo que se aferraba a un tronco, al que ayudó dándole un empujón con su aliento para que pudiera llegar a la orilla. El emperador, sorprendido por su amabilidad le otorgó el 5º lugar del zodiaco. Poco después se oyó al caballo galopando, al que la serpiente dio un susto haciéndolo caer, de forma que ésta llego en 6º lugar y el caballo en el 7º.
A poca distancia del lugar se encontraban la oveja, el mono y el gallo que se acercaban a la orilla del río. Las tres criaturas se ayudaron entre sí para cruzar el río. El gallo construyó una balsa de madera para los tres animales. La oveja y el mono despejaron la maleza y finalmente, remando y remando consiguieron llegar a la orilla contraria. El emperador, muy complacido por el trabajo en equipo de los animales nombró a la oveja el 8º animal, al mono el 9º y al gallo el 10º.
El undécimo animal fue el perro. Aunque el perro debería haber obtenido un buen puesto ya que era el mejor nadador de todos los animales, se retrasó ya que necesitaba un baño después de la larga carrera y al ver el agua fresca del río no puedo resistirse. Justo cuando el emperador iba a dar por cerrada la carrera escuchó el gruñido de un pequeño cerdo. El cerdo comenzó la carrera hambriento por lo que al poco tiempo de empezar se dio un banquete y echó una siesta. Cuando despertó, continuó con la carrera y llegó justo para ser nombrado duodécimo animal del zodiaco.
El gato llegó demasiado tarde (decimotercero) por lo que no pudo ganar ningún puesto en el calendario, convirtiéndose en enemigo de la rata para siempre.
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